jueves, 31 de agosto de 2017

SALMOREJO

Hola a todos!!!

Ya estoy aquí de nuevo!!!

El finaaaaal del veraaaano… Bueno, realmente, el verano no ha acabado pero como si así fuera casi casi.

Empieza septiembre y empiezan los nuevos propósitos. Los que me seguís por Instagram (que es la red que más uso y a la que estoy totalmente enganchada) ya visteis los propósitos que puse en el Stories: hacer recetas más “healthies”, tanto para el blog como para el día a día (no significa que no vaya a volver a hacer tartas, eh, todos tranquilos!), retomar idiomas, volver a hacer algo de ejercicio... Seguro que estos dos últimos muchos de vosotros también los tenéis en vuestras listas. Y algunos otros más.

La receta que os traigo hoy es una de mis favoritas sobre todas las cosas: el salmorejo. Me podría comer 1 litro al día. Me rechifla.


Y además es una receta bien fácil, tiene muy pocos ingredientes y no conlleva mucha preparación.

Casualmente, la semana pasada mi suegro me trajo unos tomates de su huerto y, como no los habíamos usado aún, pues este salmorejo es “Made in tomate de Erandio”.

INGREDIENTES (para dos personas):
  • 1 kilo de tomates maduros 
  • 200 g de pan de telera o un pan de masa blanca, con miga, a poder ser del día anterior
  • 100 g de aceite de oliva virgen extra
  • 1/2 diente de ajo. Hay gente que le echa más, pero para mi con medio es más que suficiente. 
  • 10 g de sal
El salmorejo, en realidad, aunque sigas unas pautas, es una receta que se puede variar, puedes echar más o menos cantidad de cada cosa. Es cuestión de ir probando el sabor y ver también la textura que va teniendo. Y luego también quedará diferente en función de qué tomates uses, qué tipo de pan, etc.

En este tipo de recetas que llevan tan pocos ingredientes es importante que sean de buena calidad.


Lo primero que hacemos es lavar los tomates. Los cortamos en 4 o 6 trozos cada uno. Yo no he quitado la piel pero, al cortarlos, si he visto que tenían algún trocito duro en el centro o esquinas, eso sí lo he quitado.

Los echamos en el vaso de la batidora (la batidora normal de toda la vida) y trituramos.
Actualización: ahora tengo una batidora de vaso americano y todo es más fácil en la vida

Después, como no le hemos quitado piel ni pepitas, tendremos que colarlo.

Cogemos 200 g de pan, miga sobre todo (aunque si echas un poquito de corteza no pasa nada), lo partimos en trozos pequeños y podemos echarlo en el tomate directamente y triturar. Si está demasiado duro, lo dejamos unos minutos en el tomate para que se ablande y después trituramos.

Echamos el ajo, el aceite y una pizca de sal (podemos ir rectificando después).

Trituramos todo hasta que consigamos la textura deseada.

Y guardamos en la nevera unas horitas para que esté fresco.

A la hora de comerlo, podéis echarle por encima un huevo cocido o virutas de jamón.

Espero que os haya gustado!!!

Recordad que me podéis dejar un comentario en esta entrada y me contáis lo que os parezca. Además me podéis seguir en el grupo de Facebook Cookintoki. Y por Instagram, en el perfil de Cookintoki. En las dos redes os pongo más cositas aparte de lo del blog, sobre todo por Instagram, donde intento colgar alguna foto prácticamente cada día.


Un beso
Ane

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