Esta semana pensaba traeros dos recetas. Y en mi casa he hecho las dos recetas, pero la primera no me quedó todo lo bien que debería, así que la intentaré mejorar y ya os la pondré en el blog. Si me seguís por las redes sociales, sabréis que me refiero a las tejas. A ver, que no estaban mal, pero se pueden mejorar. Tengo que volver a probar con algún cambio en las cantidades y ya os contaré.
La que sí que os traigo es esta: galletas de mantequilla!!!
¿Os acordáis de la caja azul metálica de las galletas danesas? Yo recuerdo tener en casa esa caja cuando era pequeña (la verdad que hace mucho que no las como) y cuando hoy he probado las galletas de mantequilla me han recordado a ellas. No son exactamente igual pero saben parecido.
Son súper fáciles de hacer y con ingredientes muy sencillos. En este caso, el aroma que se les echa es el de vainilla, pero podríais cambiarlo y echar otro sabor que os guste más: ralladura de naranja, de limón, canela, otros aromas… Lo que os guste.
INGREDIENTES:
- 500 g de harina
- 250 g de mantequilla sin sal
- 250 g de azúcar
- 2 cucharaditas de vainilla (yo he usado el aroma de vainilla Vahiné que uso muchas veces)
- 1 huevo tamaño L
Con estas cantidades a mi me han salido unas 50 galletas ( ya veis que tampoco son muy grandes), aunque podrían haber salido más si hubiera usado los restos de masa que quedan cuando vas cortando con el cortador.
La receta en sí es tan sencilla como esto. Tamizamos la harina y reservamos. Echamos la mantequilla en trocitos no muy duros junto con el azúcar y amasamos hasta que esté todo bien incorporado. Después añadimos el huevo y las dos cucharaditas de vainilla y volvemos a mezclar. A esta mezcla hay que ir añadiendo la harina que previamente hemos tamizado, poco a poco. Vamos amasando y vemos que la mezcla se hace mucho más densa. Por eso, esta última parte, si la tenéis que hacer a mano, tampoco es tan complicada. Pero si tenéis amasadora os ahorra un rato de trabajo.
Cuando ya esté, tenéis que extender la masa hasta que quede más o menos fina (el grosor de una galleta) y meterla al frigo hasta que esté fría y un poco durita (yo la he tenido como una hora). La masa la podéis extender encima de un papel de horno con el rodillo. Como es bastante masa, podéis dividirla y amasar por partes y ponerla en diferentes bandejas en el frigorífico.
Cuando ya la tenemos refrigerada, la tenemos que cortar con un cortador. Yo he usado uno redondo normalito, no muy grande, pero hay de mil formas, la que más os guste.
Después volvemos a refrigerar las galletas un ratito más corto, como unos 20-30 minutos y vamos precalentando el horno a 180°. Las sacamos del frigo y las metemos al horno unos 10-12 minutos. Estad atentos a los bordes de las galletas que se van a ir dorando. Los minutos también varían un poco en relación a si las queréis más blanquitas o menos, pero de 10 a 12 minutos está bien.
Al sacarlas, las dejáis que se enfríen en la bandeja y luego ya las pasáis a una fuente.
Por último, a algunas las he bañado en chocolate negro, para darles otro toque!!!
Espero que os hayan gustado!!! Aprovechad el finde para hacerlas!!!
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Un beso
Hola Ane: Estas son para mi las mas ricas ,me encantan, buenísimas
ResponderEliminarBesos
Gracias! Un día te hago unas cuantas si quieres!
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